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Los psiquiatras en el cine por Francisco Traver Torras

Francisco Traver Torras  (@pacotraver)Medico-psiquiatra. Neuropoeta, musico, escritor y delantero centro.
Castellón-España.




Pensando en este post se me aparecian titulos diversos, uno de ellos era “La psiquiatría y el cine”, pero este titulo me hubiera hecho quedar prisionero de esa conjunción copulativa “y”, que de alguna manera tiende a unir una cosa con la otra. “Los psiquiatras y el cine” me hubiera llevado a hablar de muchas cosas, en un orden de inclusión de una categoria y la otra buscando necesariamente sus bordes. Si hubiera utilizado el operador booleano y/o, hubiera incluido tanto el aspecto de inclusión como de exclusión lo que hubiera llevado al lector a una confusión evidente sobre lo que trataba de decir. Al final me encontré con la preposición “en” que me pareció más restrictiva que la conjunción “y” pero que seguramente abarcaba mejor el campo sobre el que pretendía hablar: ¿cómo son tratados los psiquiatras en el cine?¿Qué piensan los guionistas y los creadores cinematográficos de nuestra profesión?

Lo cierto es que no salimos demasiado bien parados. Las peliculas que trasmiten una buena – una imagen real- de nuestra profesión son bien pocas. Abundan sin embargo aquellas que aumentan los prejuicios del público en general, siempre desinformado con respecto a qué cosa es un psiquiatra y por supuesto agrandan el misterio y la percepciones irracionales que en gran parte aun circundan nuestra profesión. Lo cual tiene su importancia no solamente porque distorsiona la imagen de la psiquiatría sino porque de paso aumenta el rechazo de los enfermos mentales y los prejuicios con respecto a la enfermedad mental, de la cual continuan colgando determinadas ideas preconcebidas como la peligrosidad o la impredectibilidad.

Retratos desequilibrados.-

Vale la pena señalar como el primero de ese top de listas, la película “El silencio de los corderos“, protagonizada por Anthony Hopkins y Jodie Foster ambos galardonados con el Oscar al mejor actor por su interpretación del psiquiatra canibal Hanibal Lecter y la agente del FBI Clarise Sterling. La figura de un psiquiatra psicópata y canibal no es verosímil y aporta poco a la comprensión de nuestra profesión a la que más bien se la asocia a prácticas poco comunes incluso en la población general. Sin embargo como pelicula de terror no carece de ciertos méritos. De la misma manera “Psicosis” de Hitchcock adolece de la misma carencia de rigor, tanto en el aspecto descriptivo de la enfermedad de Norman Bates (Anthony Perkins) cuya esquizofrenia es un diagnóstico equivocado junto con la historia de la madre muerta y momificada que prohibe a su hijo las relaciones con otras mujeres. Asi Norman Bates no puede sino asesinar a todas a aquellas mujeres que le excitan, un poco por delegación del deseo de su madre. No existe ninguna esquizofrenia asi y probablemente tampoco ningún paciente que lleve esa doble vida, por lo tanto la historia psiquiátricamente no se sostiene, a pesar de ser la obra maestra del género.

En Mr Jones Ricard Gere encarna a un hombre maniaco-depresivo que aterriza en un hospital psiquiátrico y comienza una relación con su psiquiatra que se debatirá entre su codigo ético y su amor terrenal con el guapo de turno. Lo mismo sucede en “El principe de las mareas“. Barbara Streisand acaba siendo seducida por el hermano de una paciente con antecedentes de abuso sexual, Nick Nolte que trata de asesorar a la doctora que está tratando a su hermana a raiz de un intento de suicidio. El secreto familiar acaba siendo desvelado gracias a las labores de cama de la psiquiatra correspondiente que pierde todos sus códigos morales y termina enamorándose del galán que al final se encuentra a si mismo volviendo con su familia. Algo parecido sucede en “Analisis final”, pero esta vez entre Richard Gere y Kim Bassinger, al parecer las relaciones entre los psiquiatras y sus pacientes forman parte de esas creencias compartidas por la población: que acaban todos en la cama. Ese es el mensaje distorsionado que nos llega desde estas peliculas.

Por no hablar de la arbitrariedad con la que los psiquiatras ingresamos a los pacientes mentales en instituciones retorcidas o bien les aplicamos tratamientos coercitivos o peligrosos a personas que son simplemente disidentes sociales. “Alguien voló sobre el nido del cuco” sostiene esta hipótesis, y Jack Nicholson hace una interpretación magistral de un psicópata que se hace pasar por loco para no ir a la cárcel. Es muy poco probable que ese simulador no hubiera sido detectado por la psiquiatria actual y mucho menos que hubiera sido sometido a un tratamiento de electrochoques.

Retratos equilibrados.-

Por el contrario, algunas películas son respetuosas con la verdadera actividad que realizamos los psiquiatras y hoy también los psicólogos clinicos, “El sexto sentido” es un buen ejemplo de ello: se trata de una buena pelicula que se adentra en el pantanoso terreno de lo sobrenatural pero que sale bien parada. Bruce Willis hace un papel insólito en su carrera y lo salva con un notable alto, la profesión es tratada con realismo y equilibrio. Tambien en “Gente corriente” aparece un terapeuta sobrio, cercano y empático como suelen ser todos los que se dedican a esta profesión. De la misma serie es la terapeuta -Dra Sterling- que intenta ayudar a una ya crecidita Cristina Ricci en “Prozac Nation“, una paciente border-line que sufre un episodio depresivo secundario a sus trastornos del humor y a sus problemas de identidad.

Tal y como decía Tolstoi a proposito de la felicidad o la infelicidad de las familias, lo cierto es que las razones por las que los psiquiatras están mal vistos son múltiples, mientras que cuando resultan bien vistos es siempre por la misma razón: porque son muy parecidos a los psiquiatras reales y esto admitámoslo es muy poco literario.

El estigma aumenta en proporción al negocio.

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